Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
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Pasaron varios días y había perdido la esperanza de contactar con el Tieso, hasta días después que apareció Michín solo en un coche, me llamó y me aconsejó que le llamara, le dije lo que había pasado y que me tocó dar el dinero, así que Michín me dijo: “Ya vuelvo”. Pero esta vez regresó con tres coches más.
Recuerdo que pude ver el coche de Michín y no sabía de quién eran los otros coches, los cristales eran oscuro, así que no podía ver quien había adentro, me acerqué al coche de Michín y me dijo que fuese a la camioneta oscura, era una camioneta Ford F150 azul, al llegar allí tuve que subirme al escalón porque no llegaba a la ventanilla y cuando bajo la ventanilla, vi su cara riéndose de verme haciendo piruetas para poder alcanzar.
Nada más verme, abrió la puerta y dijo que me sentara, luego salió del coche y fue a donde Don Hernando, le pago lo que yo ganaba de salario y le pidió algunas cosas para comer en el coche, yo estaba muy nervioso pues no sabía realmente que quería el Tieso, pero me dejé llevar, me gustó la forma de cómo les trato y que trabajasen para él, mientras hablábamos dentro de su coche.