Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
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Sin duda esa noche había tenido mucho morbo, tanto que cuando llegó Aracelly y todos regresaron de vender, me puse a buscar al vigilante porque quería mamarle de nuevo la polla y así lo hice dentro de un carro.
Habían pasado casi dos meses y su hermana Dora, había regresado de nuevo a Cali para hacerse una cirugía estética y se iba a quedar en casa de Aracelly, en muchas ocasiones, noté que no le caía del todo bien, pues yo me encargaba del negocio mientras Aracelly cuidaba de ella.
Sin embargo, en ocasiones su sobrino Robinson venía a ayudarme, pero varias veces le pillé robando, igual que a Yeison. Un día me cansé y les despedí provocando así un tsunami familiar, pues Dora no aceptaba que yo tuviera esa capacidad de despedirles, sabiendo que ellos eran familia y yo no, en un momento de discusión en casa, me trató mal e incluso me humilló diciéndome que yo era un arrimado*.
Estaba claro que Yeison y Robinson se hicieron las víctimas frente a su familia y lo achacaron a que era una forma de llamar la atención y lo peor es que Aracelly sabía que ellos eran capaces de robar, pues en muchas ocasiones les pillamos, pero nadie fue capaz de hacer lo que yo hice y en vez de tener el apoyo de Aracelly frente a la humillación de su hermana Dora, se mostró pasiva y solo rebajó la tensión diciendo que no era nada importante.