Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

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Tenía ganas de salir corriendo de esa casa, aunque no podía, porque no tenía a donde ir, me tocó tragar y llorar, comprendía que solo estaba allí siendo utilizado, pero me concentré en mis estudios.

Un día saliendo sobre las 09:00 de la noche de clases, estaba sobre la Quinta, esperando que pasara mi autobús que me llevaría a Prados del Norte, que era donde estaba la casa de Aracelly, en un momento miré hacia atrás y venía un chico extremadamente guapo y con una sonrisa hermosa.

Me miró fijamente a los ojos, sonrío y cuando pasó por mi lado pude sentir como una energía que pasó por todo mi cuerpo. Era bajo de 1,74 de altura, llevaba una camisa blanca ceñida al cuerpo, se podía notar su gran espalda y los bíceps, un vaquero que dejaba entrever un culo precioso, ya iba a diez pasos de él y se voltió* a mirar hacia atrás, vio como había llamado mi atención y como si fuese un imán, fui caminando disimuladamente trás de él.

Tenía nervios porque no le conocía, pero quería saber más de él, seguía mirando hacia atrás y continué siguiéndole, pero cruzó hacia la Plazoleta Mercurio y sentí miedo, había poca luz y no me atrevía a cruzar, así que me senté en unas escaleras que estaban en la EPS* de Comfenalco, para disimular que estaba esperando el bus, pero ya había caminado bastante y pudo notar mi interés en él.


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