Читать книгу Entre tantos otros del montón. (Incoherencias inconexas) онлайн

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Son las nueve de la noche ahora y la pultracia no parece haber salido, debe ser una de esas noches de mil paretilas y sus constelaciones.

—¡Fantástico! —dijo la verruga de Lance—. ¿Acaso ahora también debo cambiar mi nombre por este cuento? Pues bien, mi nombre será… Ehm… ¡Decidido más tarde!

Lance empezó su caminata a través de Riverside Lane, buscando la fachada de la zacasustia de su primo, el borracho sofisticado, o más conocido como el dueño del beraclio donde se emborracha el pueblo entero. Se encontraron casualmente cuando la puerta se abrió. El primo estaba tomando balbuscia con jugo de naranja y haciéndose el importante, frente a un grupo de estirados, con su auténtico Pamdetruál colgado en la pared.

“El perrufio del alma no es bueno, el flagelo nunca es la solución; sin embargo, según Zimbowsizky, nada importa más en esta pretancia que la propia existencia”, comentó y luego rio distinguida y displicentemente. ¿Un mensaje sobrevivisionista? ¡Y en su propia casa! Qué desastre…

Lance camina directo por donde vino, de vuelta a su propia zacasustia, con ganas de no volver a hablar con el borracho snob (bueno, así le dice él, se refiere al borracho sofisticado) sin antes haber leído varios brabacos y de los gordos.

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