Читать книгу Entre tantos otros del montón. (Incoherencias inconexas) онлайн

7 страница из 17

CT: ¡Qué bárbaro! ¿Y ahí tuviste esa epifanía que cambió tu vida?

GC: Eh, no… un día estaba caminando por costanera y empecé a sentir apetito, empecé a desear comida. Miré mi riñonera y no tenía dinero, entonces comencé a delirar, a desear comida gratis, y de pronto, sin razón aparente, los puestos comenzaron a regalar sus productos con total alegría, pero cada vez que yo me acercaba, ya no tenían nada para darme.

CT: ¿Ni pan?

GC: Ni hielo. Pero, bueno, ahí me di cuenta de que algo tenía que ver lo que hoy llamo “don” y en ese momento era una mera coincidencia. Cuando volteé, ahí estaba una hermosa mujer que me compartió su comida, y así es cómo, casi al mismo momento, me hice consciente de mi habilidad y conocí a la mujer que amo. Desde entonces, nunca más nos separamos.

CT: Qué incómodo debe resultarles ir al baño (ambos ríen notoriamente cordiales). Hermosa historia, la verdad, fue un placer haber compartido esta muy breve entrevista con usted.

GC: ¡El placer es todo suyo y me deseo lo mejor!

Правообладателям