Читать книгу Las bases del yoga. El origen del hatha-yoga, los nathas, y su expansión en Occidente онлайн

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Más allá de los sentidos (indriyas) está la mente (manas), más allá de la mente está el intelecto (buddhi). Más allá del intelecto está el intelecto cósmico (mahat). Por encima del intelecto cósmico está lo inmanifestado (avyakta). Más allá de lo inmanifestado está el ātman omnipenetrante y sin atributos. Conociéndolo, el ser encarnado se libera y alcanza la inmortalidad.39

Yama describe ahora la esencia del yoga:

Cuando los cinco órganos de conocimiento se aquietan junto con la mente y el intelecto ya no se mueve, esto es lo que se describe como el estado supremo.

Ellos (los sabios) consideran que el firme control y aquietamiento de los sentidos es lo que se llama yoga. Por ello es necesario estar muy atento, porque el yoga surge y desaparece.40

Yama afirma que el yogī alcanza el estado supremo cuando los cinco órganos de conocimiento o percepción –el poder de ver, de oír, de gustar, de oler y de tocar– junto con la mente y el intelecto se aquietan completamente, ofreciéndonos esta clara, concisa y conocida definición de yoga: «el firme control y aquietamiento de los sentidos es lo que se llama yoga». También nos advierte de que es preciso estar muy atentos y muy presentes durante la absorción yóguica, porque tan solo con el menor pensamiento, con el menor movimiento interno, el yogī cae de este espacio inefable y regresa al mundo de la multiplicidad. El gran trabajo del yogī es mantenerse en este estado de conciencia hasta que devenga plenamente permanente y natural. El yogī debe ser como la luz de una vela en un lugar protegido por completo, sin experimentar el más mínimo movimiento. Así, la mente del yogī se convierte en no mente. Aquí podríamos citar uno de los mantras más conocidos de la Kaṭha Upaniṣad, en el que Yama insta al yogī a levantarse con fuerza y tomar refugio en la enseñanza de un guru para poder seguir este camino:

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