Читать книгу Mueve tu ADN. Recuperar la salud con el movimiento natural онлайн

49 страница из 94

Todas y cada una de las funciones que realiza nuestro organismo requiere de algún tipo de movimiento –el cual tiene su origen en el sistema musculoesquelético– para poder llevarse a cabo con soltura y facilidad. La digestión, la inmunidad, la reproducción: para todas estas funciones es necesario que nos movamos. Puedes alimentarte siguiendo la dieta perfecta, dormir ocho horas al día o usar solamente bicarbonato de sodio y vinagre para limpiar la casa, pero sin las cargas que aporta el movimiento natural, todos estos dignos esfuerzos se verán frustrados a nivel celular, y ese estado óptimo de salud y de bienestar al que quieres llegar continuará eludiéndote.

Como explicaré más adelante, el movimiento natural no tiene que ver únicamente con los músculos y con el ejercicio. Y –para complicarlo más aún– a veces ni siquiera tiene que ver con moverse, pues existen muchas cargas pasivas esenciales que simplemente provienen de la interacción con las fuerzas naturales terrestres. Pero permíteme que use una especie diferente para explicar lo que son las cargas esenciales (y las pasivas), ya que en ocasiones estamos tan cerca de nuestra propia experiencia cultural que no somos capaces de ver más allá de ella.


Правообладателям