Читать книгу La constelación tercermundista. Catolicismo y cultura política en la Argentina 1955-1976 онлайн
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Unos de los mayores condicionamientos que debió enfrentar el catolicismo argentino a partir de 1955 fue el de tener que depositar su confianza en aliados de los cuales siempre había sospechado, los partidos políticos, y, más aún, su fuente de inspiración, la democracia liberal. De ahí que, como ya vimos, surgiera en los debates la apelación a una concepción de la democracia en clave organicista más que contractual.
Desde la sección “Comentarios” de la revista Criterio, al mismo tiempo que se reconocía la legitimidad de la “revolución libertadora”, se expresaba también que la libertad no era el único anhelo del pueblo argentino, que más bien estaba polarizado entre un sector que valoraba por sobre todo la libertad y otro que se aferraba a la justicia social a tal punto que era capaz de arrojar por la borda la libertad conseguida en septiembre de 1955.
La sed de libertad suscitada como contragolpe por la dictadura ha sido saciada, pero el hambre de justicia creado positivamente por el mismo dictador en el seno del pueblo obrero aún subsiste y quizá, se ha agudizado en los últimos meses. Es deber de todos cooperar seriamente en procura de una consigna, pero no exagerada satisfacción de estos anhelos obreros. Empalagarnos con el manjar de la libertad conquistada e ignorar y subestimar el problema de justicia que aún perdura y que ha entrado en su faz crítica decisiva sería inevitablemente fatal: una nueva y más asfixiante tiranía sería el resultado de tan craso error. Caer de nuevo en la injusticia liberalista sería imperdonable, y significaría un paso atrás de consecuencias posiblemente desastrosas, para nosotros y quizá para Latinoamérica entera: Comunismo abierto.21