Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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Conviene saber que cuando Vilar habla de un tal Lavisse se refiere al manual correspondiente de la Historia de Francia escrito por este historiador. En la misma carta recita dos frases atribuidas a Roubaud que considera muy posibles, porque tenía algunos problemas de expresión. La primera: «Napoleón (o no sé qué otro personaje de la historia) murió demasiado pronto, ¡para saber lo que pasaría después de su muerte!». La segunda consiste en un involuntario juego de palabras: «Robespierre quería organizar los servicios de toda religión: servicio cristiano, servicio deísta, servicio ateo (service athée)». Aquí, la cosa divertida era que más de uno había escrito «servicio de té». El 11 de octubre aumentó el repertorio con una frase de la clase del día anterior; Roubaud, hablando del partido revolucionario en Italia, había dicho: «El partido revolucionario decapitado, levantó la cabeza», y hace este comentario: «es decididamente toda una especialidad, la de este hombre». Y, para demostrarlo, el 24 de octubre la lista se incrementa con una frase pronunciada ese mismo día a propósito del rey de España: «el rey... murió sin hijos... la reina también», explicando que los puntos suspensivos no son gratuitos, sino que corresponden a las suspensiones de voz entre cada fragmento de la frase de Roubaud; y escribe con la misma técnica una serie de frases que circulaban de cursos anteriores. Por ejemplo: «Napoleón III... se quedó seis meses... en el Po... sin conseguir... hacer nada». Es necesario tener en cuenta que, en francés, el nombre del río Po es homófono de la palabra pot, que significa «orinal».