Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн

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También sabemos que Colonna, el profesor de filosofía, había hablado muy bien de él. Por todo eso, parece que su nombre sonaba entre los aspirantes a «cacique», es decir, a ser el primero en el concurso, pero él se apresura a decir que eso era una barbaridad. Comenta que cada año se hacía una especie de apuesta para adivinar quién sería, dando por supuesto que saldría del Louis-le-Grand; pero a veces había habido sorpresas, como el año anterior, cuando había sido cacique el poco brillante Louis Herland, y los profetas, ironiza Vilar, se habían alegrado cuando aquella especie de impostor había suspendido el certificado universitario de latín. Este juego provocó esta reflexión:

En mi opinión, si uno de nosotros, quienquiera que sea, llega a ser cacique, considero que la E.N. se halla en un nivel muy bajo o se trata del fraude más formidable que haya podido deslumbrar el mundo. No hay en toda la khâgne ningún tipo realmente bien, realmente destacado, de quien uno pueda sentir la superioridad: entre los buenos de la clase, veo tres clases de tipos, aquellos que, sin demasiado esfuerzo tienen una cierta facilidad, lo que les permite obtener buenos resultados, sin ser espectaculares: Lamicq, por ejemplo, o Camborde, por poco más que hiciera de lo que hace, y yo mismo podría clasificarme en esta región simpática pero no trascendente; después hay otra región, la de los pretenciosos que pretenden comerse el mundo, pero que de hecho están vacíos. Lalouette, Maheu, Blanche y unos cuantos más; finalmente, hay aquellos que necesitan hacer un gran esfuerzo para conseguirlo, los Nivat, Seznec, y algunos K3, Chambon y Ruffel por ejemplo. Pero entre nosotros no reconozco absolutamente a nadie que trabaje lo suficiente para ser imbatible en todo, y se halle además suficientemente dotado para serlo sin cansarse. Esperemos, por el honor de nuestra generación, que el cacique no sea de Louis le Grand; para mí, solo deseo una cosa, entrar en la École, y ya veremos si lo consigo, porque es una cosa del todo incierta, ¡digan lo que digan los profes!


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