Читать книгу El joven Pierre Vilar, 1924-1939. Las lecciones de historia онлайн
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Sus corresponsales se interesaron por su relación con el que parecía revelarse como el estudiante más brillante del curso, pero no precisamente el más popular. En la carta del 31 de mayo, Vilar satisfizo su curiosidad de esta manera: «como dice la tía, soy camarada de Lamicq; no sé por qué; estos días, el pobre Lamicq es objeto de muchas bromas, y se las han hecho ver de todos los colores». En la misma carta, explica algunas anécdotas concretas y manifiesta su preocupación porque la tradición de tomarle el pelo, que en el liceo se hacía «sin malicia», se extendiese en la École. «Si estuviese en su lugar yo estaría preocupado». En el momento de los exámenes, Lamicq será, como veremos, el principal referente y confidente de Vilar.
LAS CLASES DE HISTORIA DE ALPHONSE ROUBAUD
Todo invitaba a estudiar Historia. La historia era la materia que más atraía al joven Vilar, porque, de hecho, aspiraba a hacerse historiador. Y la Historia ocupaba un lugar importante en el concurso y en el liceo Louis-le-Grand. Porque si la khâgne de Louis-le-Grand tenía el porcentaje más grande de éxitos en el concurso de la École, era sobre todo por los buenos resultados de sus estudiantes en los exámenes de Historia, y este éxito se debía en gran parte al profesor Alphonse Roubaud. Además, Marie, la hermana de Vilar, había obtenido la licenciatura de Historia en la Universidad de Montpellier y estaba preparando la Agregación en la misma disciplina. Por todo lo dicho, no es extraño que las cartas que Vilar escribe a su hermana y a su tía durante el curso 1924-1925 estén llenas de referencias a la historia y, en particular, a las clases de Historia de Roubaud.