Читать книгу Pisagua, 1948. Anticomunismo y militarización política en Chile онлайн

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Los impresos comunistas buscaban quebrar la exclusión a que los sometía la política represiva de Gabriel González. Según el testimonio de su militante Samuel Riquelme, «en Santiago se organizaban a cada rato algaradas, “mitines-relámpago”»154, por medio de los cuales vendían el periódico de la JJCC, Mundo Nuevo, y lanzaban «palomitas», es decir, volantes y panfletos. Los panfletos y los rayados en las murallas fueron parte de los medios de comunicación utilizados durante la segunda clandestinidad. El Prefecto de Carabineros denunciaba a la Jefatura de Zona: «En el Cementerio Nº 3 se encontró en la muralla exterior y a todo lo largo, por el lado oeste, escritura con lápiz de cera que decía: “Abajo el Traidor. Abajo González Videla, Viva el Partido Comunista, etc., etc.”. Estas escrituras fueron borradas de inmediato […] A las 6:45 horas, en el Cementerio Nº 2, se encontró en la muralla exterior, por el lado oeste, escrita la siguiente frase con alquitrán: “Viva el Partido Comunista, luchar por el derrocamiento del Tirano, Muera el Rey Títere de la pantalla de ladrones, el Vende Patria, Afuera los asesinos de la Moneda”. Estas frases también fueron borradas. – Octavio Allende Letelier. – Teniente Coronel de Carabineros y Prefecto»155. En las murallas se recalcaba la alianza con Estados Unidos: «En la Bomba No. 8, en la calle Juan Martínez No. 558: “Libertad presos políticos. – Viva el P.C.– Videla de Truman. – 1º. de mayo. – Mueran los traidores…”.Se comunicó este hecho al Servicio de Investigaciones, habiéndose procedido a borrar los motes de que se trata»156.


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