Читать книгу Pisagua, 1948. Anticomunismo y militarización política en Chile онлайн
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Un rechazo abierto a esta forma de dependencia lo constituían los cambios que ello producía en la política internacional de Chile, la que históricamente se había situado a favor de la paz. No obstante, como parte de la conformación de los bloques de la Guerra Fría, los países fueron empujados a adherir públicamente a uno de ellos; en el caso de América Latina y Chile, al liderado por Estados Unidos. A comienzos de la década del cincuenta, los comunistas discrepaban de ese cambio en las relaciones internacionales llevado a cabo por el régimen de Gabriel González. En el volante «Chile no debe ir a la guerra», el PC rechazaba la decisión del Ejecutivo de tomar una posición belicista en la naciente Guerra Fría: «El Presidente de la República ha anunciado el envío inmediato de tropas chilenas a la Guerra de Corea o a cualquier lugar de Europa, Asia, África o donde sea necesario a defender los conceptos de democracia y libertad […] la orden del Presidente […] no basta por sí sola para movilizar soldados chilenos fuera del territorio nacional, en ausencia de razones que justifiquen la adopción de tal medida»159. A juicio comunista, Chile debía mantener su historial de favorecer la solución democrática y pacífica de las disputas, política sostenida por la Cancillería chilena. El folleto «Juventud» llamaba a resistir el alineamiento occidental del país y su apoyo a lo que entendía como agresión a los movimientos descolonizadores: «El imperialismo yanqui está en guerra con los pueblos que luchan por su libertad […] Su intromisión en Corea obedece a convertir ese país en punta de lanza de su ubicación estratégica en Asia para agredir a las naciones libres y democráticas, y desatar la 3ª. GM, e impedir, reprimir los movimientos de liberación nacional que han estallado en ese continente, después de China y Corea, como son Indochina, Birmania, Indonesia, etc.»160. La completa subordinación de Chile a las directrices estadounidenses aparecía como explicación de la política internacional del gobierno, rompiendo con su historial diplomático, como lo ejemplificaban las tratativas confidenciales llevadas adelante por el Presidente para entregar un corredor a Bolivia: «La entrega de Arica […] no es algo que se ventila entre países libres y democráticos, sino […]entre tres tiranuelos, serviles instrumentos del tirano mayor: TRUMAN, las grandes empresas imperialistas yanquis, es el gobierno de traficantes de Norteamérica, quienes exigen y se beneficiarán con esta desmembración de Chile, para construir una nueva base militar, refinerías de petróleo, un cómodo puerto de embarque»161.