Читать книгу Vergel de perfectísimas flores. El convento de Corpus Christi de Carcaixent онлайн

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Los pequeños perdieron a su padre en octubre del mismo año 1612, por lo que quedaron a cargo de su madre. Ni una década sobreviviría esta al pater familias. Fueron acogidos entonces por una prima hermana del difunto don Felipe, la pía doña Sabina, personaje decisivo en toda esta historia. Era hija de don Marco Antonio Sisternes de Oblites y doña Esperanza Centoll, y hermana, por tanto, de don Melchor Sisternes de Oblites y Centoll, señor de Benillup y regente del Consejo de Aragón.18 En 1620 había contraído nupcias a los veintidós años de edad.19 Y lo hizo con su primo don Vicente Descals, asesor del portant-veus de general governador de Valencia.20 Hasta diez vástagos llegarían a atribuirse a este matrimonio.21 Aunque solo alcanzaron la edad madura don Ramón, don Marco Antonio y doña Aldonza.22

Con estos tres muchachos y su madre, pues, se criaron nuestros huérfanos, en una plácida existencia sin sobresaltos reservada a los jóvenes de tal clase y condición.23 Hasta que la vocación religiosa irrumpiera en su vida. Muy tempranamente en el caso de Inés, que a decir de sus biógrafos:


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