Читать книгу Arte y agencia. Una teoría antropológica онлайн

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En los siguientes apartados, nos ocuparemos de los «agentes sociales», que pueden ser personas, cosas, animales, deidades y, en realidad, todo. La única condición es que, con respecto a toda transacción entre «agentes», uno ejerce la «agencia» mientras el otro es «paciente» por un momento, premisa que derivamos de las implicaciones en esencia relacionales, transitivas y causales de nuestro concepto de «agencia». Para ser «agente», se ha de actuar en relación con el «paciente». Este es el objeto que resulta afectado causalmente por la acción del agente. A efectos de la teoría que desplegamos, se toma como suposición que, en toda transacción en la que se manifiesta la agencia, existe un «paciente» que es otro agente «potencial» capaz de actuar como agente o de ser un locus de agencia. El «agente» está en posición de «paciente» de manera transitoria, así que, tomando el ejemplo de antes, si mi coche se avería, yo estoy en posición de «paciente», y el coche es el «agente». Si reaccionara a la situación gritándole a mi desafortunado automóvil, golpeándolo o, incluso, dándole patadas, entonces el agente sería yo; y el coche, el paciente. Así sucesivamente. Más adelante, se describirán las distintas posibilidades y combinaciones de agencia y paciencia con más detalle.

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