Читать книгу España y su mundo en los Siglos de Oro. Cronología de hechos políticos y culturales онлайн
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La monarquía inglesa había sido relativamente poderosa a principios del siglo XV y, como nación, estaba más o menos unida por su geografía. Sin embargo, al final de la Guerra de Cien Años (1453) se debilitó hasta llegar a una anarquía feudal en que la Corona se volvía el objeto de disputa entre las facciones de nobles que luchaban entre sí. Fue Enrique Tudor quien, a raíz de su victoria en la Batalla de Bosworth (1485), llegó al poder y, aunque tambaleante en un principio, fue apoyado por el pueblo (harto de la inestabilidad política y social), sobrevivió la crisis de los primeros años de su gobierno y consolidó su autoridad, hacia fines del siglo, mediante una hábil diplomacia y una política financiera que convertían a Inglaterra en una potencia dentro de Europa.
También la monarquía francesa, que había inspirado sobrecogimiento durante la Edad Media tardía, se desmoronó durante la Guerra de Cien Años. Comenzaría a fortalecerse de nuevo cuando Juana de Arco, símbolo de los franceses en la fe por su rey, condujo al ejército para liberar Orleans en 1429. Durante los veinticuatro años siguientes, Carlos VII, haciendo uso de la diplomacia, de la ayuda económica de los burgueses y del poderío de sus nuevos cañones, fue recuperando su reino. Quedaba pendiente la incorporación de los feudos (en poder de parientes de la familia real) al poder de la Corona, tarea que Luis XI llevó a cabo con éxito, sobre todo, por tener la suerte de sobrevivir a sus parientes. Pero correspondió a Carlos VIII, por su matrimonio en 1491 con la heredera de Bretaña, anexionar a la Corona el último gran feudo: Francia estaba unida y era muy fuerte.