Читать книгу España y su mundo en los Siglos de Oro. Cronología de hechos políticos y culturales онлайн
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Si en lo político el siglo XVI heredó fuertes naciones unificadas que cambiarían la historia por sus guerras y la visión que se tenía del mundo por sus descubrimientos (sobre todo América, el más precioso botín de Europa), en el ámbito de la cultura le tocó a este siglo prolongar ese brillo singular de la humanidad que se llama Renacimiento.
Renacimiento y humanismo
Desde que Jakob Burckhardt, en su libro La cultura del Renacimiento en Italia, dejó entrever que el humanismo había significado mucho más que la vuelta al estudio de los clásicos –en realidad significó, según él, el triunfo del Estado secular, el redescubrimiento del mundo natural y la afirmación de la personalidad individual del ser humano–, la discusión de los historiadores no ha cesado. Hay quienes afirman que los humanistas del siglo XVI eran muy cristianos, que la cultura italiana no era pagana y que el conocimiento se buscaba casi siempre con fines religiosos. También se ha dicho que los hombres medievales no eran tan ignorantes en materia de autores clásicos ni tan desentendidos de la naturaleza como creía Burckhardt. Haciendo a un lado la validez de las críticas, puede aceptarse que la visión de Burckhardt señala la tendencia más importante ocurrida en la cultura europea durante el siglo XV: el surgimiento de valores que serían el fundamento de la sociedad secular y civil sobre los que apuntalaban a la sociedad feudal y eclesiástica.