Читать книгу España y su mundo en los Siglos de Oro. Cronología de hechos políticos y culturales онлайн
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En España, los partidarios de la estabilidad política encontraron un momento de respiro en 1469, cuando Isabel, pretendiente al trono de Castilla, se casaba con Fernando, heredero del trono de Aragón. Castilla era un reino en el que la autoridad prácticamente se había colapsado: los nobles poderosos, con ejércitos privados, saqueaban los territorios hasta que las empobrecidas poblaciones se unían entre sí para protegerse con ejércitos propios. Esta situación llegó a su fin cuando Isabel estableció su derecho al trono y, en compañía de su esposo, ayudada por los pobladores de la región y por la nueva artillería, en sólo cinco años puso en orden a los nobles. Inmediatamente después, se lanzó a la reconquista del reino de Granada. Cuando Cristóbal Colón zarpó en su viaje de descubrimento (1492) caía la última fortaleza de los moros y los “Reyes Católicos” gobernaban con la más absoluta autoridad que había conocido España hasta entonces.
La cuarta potencia europea durante el siglo XVI también se hallaba formada en lo esencial desde el siglo anterior. La diferencia fue que el Sacro Imperio Romano Germánico no era un Estado nacional, sino dinástico y multiterritorial. Empezó a consolidarse en 1477, cuando Maximiliano de Habsburgo se casaba con la heredera del gran Duque de Borgoña. En 1493 Maximiliano sucedió a su padre, Federico III, como soberano en todos los territorios reunidos de Austria y como Emperador del Sacro Imperio. La prosperidad de las regiones alemanas y un nuevo sentimiento nacionalista surgido en ellas alimentaron la esperanza en el florecimiento del Sacro Imperio. Maximiliano aprovechó la situación y afianzó su autoridad para entrar, a fines del siglo XV, en la diplomacia internacional.