Читать книгу El tesoro oculto de los Austrias онлайн
123 страница из 139
Isabel hizo una descripción pormenorizada del templo de Abú Simbel. Definió con detalle sus colosales y majestuosas esculturas custodiando la entrada del templo, y cómo había sido rescatado piedra a piedra, de su lugar original, que actualmente se encontraba sumergido bajo las aguas de la gran presa. Había sido reconstruido en un lugar cercano y a una cota superior, a salvo del nivel de las aguas, para que todo el mundo pudiera seguir visitándolo.
– Estoy segura de que te encantaría visitar Egipto y especialmente Abú Simbel, además, por lo que me ha contado mi madre eres un experto en historia, así que ya sabrás de lo que estoy hablando.
– La historia de Egipto la estudié y la disfruté en su momento, pero me gustaría poder ver in situ los vestigios de esa civilización. Y, ¿por qué no?, que me acompañaras para mostrármelo, ya que simplemente con la pasión con la que lo cuentas estoy deseando verlo – dijo Juan con cierto sonrojo.
– Veo – interrumpió Mercedes – que tenéis muchas cosas que contaros para poneros al día, así que dejaremos para otro día la visita a la Casa de los Frailes de la que te hablaré largo y tendido, por cierto ¿te sirvió lo que te mostré el otro día sobre esta casa, o necesitas volver a recorrerla?