Читать книгу El tesoro oculto de los Austrias онлайн

40 страница из 139

– Porque estoy planeando traer el cuerpo de don Juan a España, para que sea enterrado con los honores que merece por sus hazañas, y como hijo del emperador y hermanastro del rey legítimamente reconocido.

Isabel continuaba sin entender que papel jugaba ella en esa historia, por lo que sin hablar hizo un gesto interrogante para que el padre Guillermo Galdeano continuase con su disertación.

– Vos señora, deberíais ser la primera interesada en lo que me propongo respecto a don Juan. Vuestro hijo Álvaro está viviendo la misma situación que don Juan antes de ser reconocido como hijo legítimo por el emperador. Hasta ese momento, y siendo niño, se le conocía en la corte como Jeromín. Es menester que Álvaro obtenga los mismos privilegios, por lo que su linaje debería ser reconocido en algún momento.

Ahora si que entendía Isabel como sacar provecho del plan que con tanta sagacidad estaba urdiendo el astuto agustino. En ese momento empezó a imaginar a su hijo convertido en un auténtico príncipe real, interviniendo junto a su padre en las decisiones del imperio. No obstante, enseguida salió de su ensoñación, ya que aquello no se le antojaba como una tarea fácil.


Правообладателям