Читать книгу Cuarenta años y un día. Antes y después del 20-N онлайн

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El episodio de la enfermedad y agonía del parodiado dictador es obviamente uno de los momentos cumbres del relato. Situado en torno a la mitad del filme (en el minuto 46 y 42 segundos, sobre unos 84 minutos en total), ocupa la totalidad del capítulo central (el quinto) para una duración de unos ocho minutos (un 10% del total de la película). La voz en off resume el contenido del fragmento del siguiente modo: «De cómo el muy ilustre marqués opera al Caudillo y de cómo murió este y otras locuras por igual».ssss1 El episodio empieza con un número musical en el cual, en un decorado palaciego de cartón piedra (la «Casa grande» que remite a la residencia oficial de Franco, el Pardo), un grupo de personas haciendo de equipo médico (en particular con unas jóvenes enfermeras que ostentan gigantes jeringuillas de cartón y lucen piernas) pasea bailando por el inmenso salón, en una alegre coreografía, a un semiinconsciente y boquiabierto Caudillo (Joan Fernández) recostado en una silla de ruedas, al son de la canción «Me lo dijo Adela», un chachachá del portorriqueño Bobby Capó cuya versión cantada por la escoteada actriz Abbe Lane en Susana y yo (Enrique Cahen Salaberry, 1957) había dotado de un erotismo tórrido. Resulta espectacular la llegada del flamante «marqués», interpretado por un teatral Xabier Elorriaga, que va a dirigir el equipo médico y se posiciona en el centro de la coreografía. Evidente parodia del yerno de Franco, Cristóbal Martínez Bordíu, marqués de Villaverde, el personaje, ya presentado en la película como un irresponsable vividor obsesionado por las mujeres, va a ser el protagonista de una macabra operación que ocupa todo el resto del capítulo. Aunque, en realidad, el auténtico marqués de Villaverde nunca dirigió una operación de su suegro y ni siquiera formaba parte del «equipo médico habitual», estaba detrás de todas las deliberaciones médicas en torno a la salud de su suegro desde la sustitución, en julio de 1974, del médico de cabecera de Franco Vicente Gil por el doctor Vicente Pozuelo Escudero a raíz de la tromboflebitis que padeció en el curso del verano.ssss1

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