Читать книгу Apuntes de Historia de la Iglesia 6. Edad Contemporánea - Siglo XX онлайн

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A configurar el primer nacionalismo vasco concurre ante todo la singular personalidad de Sabino Arana (1865-1903). Su padre, solvente propietario de un astillero naval, antiguo liberal-conservador, pasará a apoyar la sublevación carlista de 1872 a 1876 (como entonces muchos neocatólicos ante la anarquía del sexenio 1868-74) por lo que tendrá que exiliarse al fin de la guerra en Francia durante un tiempo.

Momento decisivo de su vida –como referirá Sabino Arana– fue el de una especie de revelación que le hace ver claro (después de una conversación con su hermano Luis) que los vascos no son españoles, sino que han sido los anulados históricamente por ellos. Y precisa la fecha: el Domingo de Resurrección de 1892; domingo, que hasta el presente es celebrado anualmente por el nacionalismo vasco como el Aberri Eguna, o día de resurrección de la patria vasca.

Sabino fue educado en su juventud en un ambiente de familia y de estudios claramente religioso. Cursa el bachillerato entre 1877 y 1881 en el colegio internado de los jesuitas de Orduña (Vizcaya). De 1882 a 1888 permanece en Barcelona. Cursa derecho en su universidad, pero sin interés particular alguno, ni contacta con el naciente catalanismo. Lo considera poco nacionalista; no independentista. No obstante, lee Lo Catalanisme de Almirall y asumirá algunas de sus ideas.

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