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El atentado de Sarajevo (junio de 1914)

En este contexto, sucede en junio de 1914 el asesinato en Sarajevo por un nacionalista serbio del heredero del trono austro-húngaro, Fernando de Habsburgo, sobrino del anciano emperador Francisco José (1848-1916). Fue el desencadenante de la Primera Guerra Mundial, de inmensas consecuencias. El atentado no conducía irremisiblemente a la guerra, pero a ella se llegó (ver Tema 12)92.

ssss1 Cf. VC1, 393-395

ssss1 Cf. FZ, 104; VC2, 292-299

ssss1 FZ, 146-150; VC2, 337

ssss1 En tanto que la monarquía era católica, y pese al josefinismo de sus burocracias y políticos liberales, no elevaba las realidades inmanentes al mundo –la raza, la lengua, la clase social de cada cual...– a la condición de absolutas. Los problemas vendrán sobre todo por la presión del liberalismo vienés que pretende imponer la lengua germana para todo el imperio.

ssss1 Es muy sugerente al respecto el prólogo de François Fetjö a su obra Requiem por un imperio difunto. Historia de la destrucción de Austria-Hungría (Ediciones Encuentro, Md 2016). El autor, judío húngaro, intelectual exmarxista, expone cómo pueblos tan diversos –de más de veinte nacionalidades y cinco distintas religiones– han convivido durante más de 200 años sin necesidad de una tiranía que los una, y que en cambio la eclosión de los nacionalismos profesados por sus dirigentes deshace al advenir la Primera Guerra Mundial (1914-1919) aquella unidad histórica. Los tratados de paz firmados a continuación de la tremenda contienda crearon enorme inestabilidad y vacío en todo el Centro-Este europeo, luego trágicamente tratado de llenar durante unos breves años por el nazismo de Hitler, y después por el comunismo de la Unión Soviética, persistente casi 50 años a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). E inconmensurable fue, desde luego, el daño a la Iglesia católica por la desaparición de la monarquía austrohúngara, como no dejaron de expresar en especial los papas de la época (Benedicto XV, Pío XI y Pío XII).

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