Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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Tras la muerte del dictador, mi padre es uno más de los organizadores del histórico homenaje a Pepe Bonet, que se realiza con una comida de fraternidad en el restaurante de las Arenas al que asisten cerca de 350 antiguos militantes de la Federación de Valencia, y se reciben numerosas cartas y telegramas de adhesión constituyendo el inicio de una nueva etapa de la FUE ya legalizada como Asociación de Antiguos Miembros. Desde entonces y durante años forma parte del «petit comité» encargado de las diversas actividades promovidas por la FUE, siendo este un periodo que vive con auténtica pasión y dedicación y que requirió de mucho de su tiempo y perseverancia para llevarlas a cabo junto a sus entrañables compañeros. Además, es el encargado de recopilar y organizar el archivo de la FUE correspondiente a este periodo, colaborando con María Fernanda Mancebo, que posteriormente será donado a la Universitat de València.

Yo he tenido la suerte por mi profesión de estar a su lado toda la vida, y puedo decir que no existe felicidad mayor, sobre todo porque su carácter hacía que él fuese el alma de nuestra consulta. Siempre he admirado y envidiado su capacidad para establecer relaciones afectivas con los demás, tenía ese don especial que hacía que en pocos momentos se hiciera entrañable, no solo por su cortesía y delicadeza sino también por la meticulosidad y perfeccionismo con que trabajaba y que los pacientes sabían valorar .También he tenido la suerte y el privilegio de conocer a casi todos sus amigos. A algunos los conocí muy tempranamente y eran como de la familia, a otros más tardíamente, ya en las tertulias de La Taberna Gallega, pero al final siempre los traía a la consulta ilusionado y de los que yo no conocía me contaba sus biografías y anécdotas con una admiración que yo compartía. Era magnifico escucharles, a todos ellos, sabiendo lo que habían vivido: Rafael Talón, Sebastián Collar, Rafa Izquierdo, Juan Soria, Manuel Martínez Iborra, Darío Marcos, Vicente Ramis, Pepe Bonet, Víctor Agulló, Guillermo y José Guillermo Pérez, Tonico Ballester, Ricardo Muñoz Suay, Bartrina, Juanjo Estellés, Vicente Vélez, Ruiz Mendoza, García-Esteve, Boquet, Juanita Alberich, Alberto Romeu, Fayos, Alejandra Soler… Siempre he pensado que será difícil encontrar una generación tan irrepetible como la suya por bondadosa, generosa e íntegra.


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