Читать книгу Si te sientes identificada, huye онлайн
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La respuesta llegó al cabo de pocos minutos.
Tranquila, puedo bajar en tren. ¿Te va bien el 19 de marzo? Es el primer día de Semana Santa.
Estaba dispuesto a desplazarse, eso es un punto. Y había decidido esperar a que fueran vacaciones. Pero nos vamos a Port… Tenía que hablar con mis padres antes y negociar el día de partida.
¡Genial! Luego hablo con mis padres y te confirmo la hora.
Cuando llegué a mi casa me encerré en mi habitación y llamé a mi amiga Elena para contarle todo con pelos y señales, pues en el colegio no habíamos podido hablar, había demasiada gente cotilla y ya aprendí la lección cuando se lanzó el rumor de que estaba saliendo con Ramón, un chico de mi clase. ¡Que hasta se enteraron los profes! Lo dicho. Que llamé a Elena. Le conté lo del mensaje, que me había pedido salir y que tenía que conseguir el permiso de mis padres para irnos un día más tarde al pueblo.
—Tía ¡Qué fuerte! ¿Y qué piensas hacer? —me preguntó intrigada.
—Pues… esta noche hablaré con ellos, espero convencerles, la verdad, porque me ha pedido salir dos veces y encima me ha dicho que podía bajar… Si le digo que no, igual no vuelve a hablarme, ¡que me confesó que me quería borrar de sus contactos!