Читать книгу Darwin en Patagonia. Segunda Edición онлайн

35 страница из 52

El mundo de los medicamentos

En el consultorio que instalo Robert Darwin en el primer piso de su casa atendía a sus pacientes y, desde allí, según el diagnóstico, enviaba a los enfermos al hospital, que quedaba a una cuadra, donde el también trabajaba. El medicamento más utilizado para todo tipo de malestares era el láudano, una tintura alcohólica basada en el opio. Su base se componía de vino blanco, azafrán, clavo de olor y canela. Las más famosas mezclas de alcohol y opio eran las que comercializaba Thomas Sydenham, quien usaba vino de Málaga. También era muy conocida la receta del monje capuchino Rousseau quien creó un láudano fermentado, vertiendo coñac sobre el opio, y de esa manera logró conquistar al rey Luis XIV, convirtiéndose en su médico personal. El rey le financió al monje Rousseau un laboratorio especial en el Louvre y recibió el grado de doctor en la Facultad de medicina de París. El láudano de Rousseau ya se vendía como un fármaco envasado en los establecimientos denominados farmacias, donde un farmacéutico elaboraba medicamentos a partir de principios activos presentes en la naturaleza de acuerdo con la receta de un doctor.

Правообладателям