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Tampoco, a nuestro juicio, son satisfactorios, en el plano nacional, otros efectos directamente relacionados con el despliegue de las energías renovables, así, por ejemplo, respecto al grado de implantación de según qué energías renovables y su desigual y heterogénea localización en según qué partes del territorio nacional, obedeciendo más que a razones objetivas (orografía, viento, sol, etc.) a decisiones de las políticas autonómicasssss1, requiriendo seguramente una mejor redistribución a nivel global del Estado y una mayor implicación autonómicassss1.

Sin desconocer (ni minimizar) los problemas de diferente naturaleza y grado, que en estos veinte últimos años se han producido en relación con esa progresiva e imparable implantación de instalaciones de energía, la sociedad europea, en generalssss1. y en particular la española, se ha posicionado de manera muy favorable a pesar de los relevantes impactos y afecciones, sobre todos paisajísticos de las mismas. Y es de suponer que seguirá haciéndolo, si bien también es posible que llegue un momento en el que tantas estructuras e instalaciones (en particular eólicas) puedan propiciar, al afectar de forma tan relevante los paisajes o las bellezas naturales (terrestres o marinas), severas reacciones de oposición o rechazo. Desde luego, es obvio, que tan ambiciosos propósitos como los que se prevén en tan corto espacio temporal, van a incrementar la problemática inherente o asociada, en especial, a centrales fotovoltaicas y parques eólicos, instalaciones ambas que son las dos más desarrolladas, productivas y rentables. Los espacios más idóneos se van reduciendo, en concreto para las eólicas (las que mejor cumplen esas tres calificaciones), aunque los mismos espacios pueden ser reaprovechados para incrementar los impactos, por ejemplo, visuales, ya existentes, con las innovaciones tecnológicasssss1. Sin duda, desafíos mayúsculos como los que han de lograrse a través de estas energías, al margen de otros factores (como la producción para el autoconsumo, las comunidades u otras fórmulas descentralizadas, o la interconexión entre Estados) están condicionados por los esperados avances en las innovaciones tecnológicas, particularmente en los relativos al almacenamiento eléctrico, pero con todo y con eso, resultará innegable que es preciso un incremento excepcional de las instalaciones y, por tanto, una amplísima ocupación de suelo (y de zonas marítimas) con esa finalidad.

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