Читать книгу Regulación del trabajo y Política económica. De cómo los derechos laborales mejoran la Economía онлайн
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En este trabajo se pretende desmontar los mitos y prejuicios existentes alrededor de los Derechos de los trabajadores y reivindicar su papel en la mejora de la eficiencia económica.
La desregulación iniciada en la era Thatcher-Regan no parece que esté dando los mejores resultados en la economía de los países desarrollados. La propia respuesta a la pandemia mundial del Covid-19 demuestra la necesidad de intervención pública en la economía. Por muy sencillo que nos resultara culpar a las cámaras de eco y a las redes sociales del aumento de la crispación, la frustración, la rabia y el incremento del conflicto acaecido en las últimas décadas, el problema parece mucho más profundo. La radicalización actual de la sociedad parece más bien el resultado de la creciente desigualdad.
Los “perdedores” de la globalización –trabajadores de la industria manufacturera– y de la digitalización –trabajadores cualificados y no cualificados– se sienten desplazados de la sociedad y menospreciados en sus legítimos derechosssss1. Los jóvenes que han sufrido dos crisis económicas, del tamaño de las que se supone que ocurren solo una cada cien años, antes de llegar a los treinta años confían cada vez menos en la clase política y en el sistema económico. Las imposibilidades de estos colectivos de verse en mejor situación, conforme pasan los años, es un caldo de cultivo de los radicalismos, de los gritos, de la violencia y del conflicto. El propio FMI avisa de que la pandemia puede ser un catalizador de estallidos sociales a nivel mundial. En efecto, la reducción del crecimiento económico y el aumento de la desigualdad provocada por la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto las fracturas ya existentes en la sociedad: la falta de protección social, la desconfianza en las instituciones, la percepción de incompetencia o corrupción de los gobiernos, etc.ssss1 En este contexto, no parece descabellado sostener que estemos repitiendo la historia. Así, volviendo a niveles de desigualdad económica propios de antes de la II Guerra Mundial, con mercados de trabajo desregulados y precarios propios de esa época, los resultados de dicha situación empiezan a repetirse: división, conflicto y violencia.