Читать книгу Los centros de protección específicos de menores con problemas de conducta онлайн
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Según el Defensor del Pueblo en su Informe de 2009 existe una controversia científica significativa en torno a este diagnóstico. Algunos expertos piden que se elimine el trastorno de conducta de las clasificaciones de enfermedad mental y que se considere un problema social y educativo; además, destacan la importancia de evitar la medicalización de estos problemas, teniendo en cuenta que aunque se aplique tratamiento farmacológico tanto a niños o adolescentes para tratar el trastorno negativista desafiante como el trastorno disocial TND y el TD, necesariamente ha de ser utilizado como coadyuvante de intervenciones psicoterapéuticas y educativas tanto a nivel individual con el menor como con su familia, aplicándose sólo en aquellos casos de difícil control, es decir, para los comportamientos más graves o cuando hayan fracasado otras modalidades terapéuticas. Además, es necesario detectar y tratar los problemas de salud mental a menudo subyacentes o “comórbidos”, también presentes en estos menores, como son los trastornos del vínculo, los trastornos afectivos (depresiones y ansiedad) o los trastornos adictivos.