Читать книгу Experiencias en gestión de la innovación en salud онлайн
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Y tener un producto no es sinónimo de llegar al mercado. ¿Cuántas veces un software excelente soluciona un reto local pero no es exportable a otros entornos? ¿Cuántas veces hemos tenido un marcador que aporta información sobre las enfermedades y su pronóstico y que dado que no es útil para tomar decisiones terapéuticas en pacientes no es asumida por el mercado? ¿Cuántas veces una solución que puede ser de interés para un pequeño grupo de pacientes, no llega a ver la luz porque su desarrollo implica una inversión difícilmente recuperable?
LA INNOVACIÓN SANITARIA COMO OPORTUNIDAD, COMO NECESIDAD
Es cierto que la generación de soluciones que lleguen al mercado no está en los objetivos de prioritarios de nuestras organizaciones del sistema sanitario público, y en general no es considerada de interés por los profesionales que nos rodean, pero es cierto que una parte de nuestra Sociedad ha entendido que la innovación es una obligación, más aún una necesidad.
La pandemia COVID ha puesto de manifiesto numerosas deficiencias en nuestras capacidades productivas de elementos estratégicos relacionados con la salud, la dependencia de otros mercados y el enorme peso del gasto que implica la importación de productos sanitarios. Todo esto en un bien reconocido contexto que ha puesto a nuestro sector sanitario en valor reconociendo sus fuertes capacidades. Un sector sanitario con excelentes profesionales, bien dotado de recursos, generador de conocimiento, es decir con una excelente base para dar el salto a la innovación. Ahora más que nunca la innovación se considera una oportunidad, una necesidad.