Читать книгу Derecho de gracia y constitución. El indulto en el estado de derecho онлайн

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ssss1.“La teología cristiana solo puede ser comprendida a partir del principio cosmológico de la ordinatio ad unum, es decir, de la idea según la cual toda la naturaleza –según un principio macrocósmico– deriva de un Dios creador y soberano, primer motor y garante del movimiento de las esferas. Este principio tiene su correlato, al mismo tiempo, en la ordenación microcósmica de los cuerpos (animados e inanimados) y de la naturaleza sub-lunar en su conjunto. Por cierto, como todo principio cosmológico este es también un principio político, de tal suerte que es posible sostener, como lo hacía Tomás de Aquino que ‘el orden existente entre seres diversos se refleja recíprocamente en el orden de todos ellos con un ser único, como el orden que hay entre las partes de un ejército se refleja en la relación de todo ejército con el general’ De este modo, sostiene Tomás, tal como las abejas –en el microcosmos– tienen una reina, de igual modo, ‘en todo el universo se da un único Dios, creador y señor de todas las cosas’ según el principio de que ‘toda multitud se deriva de uno’. Por la misma razón entonces, en la societas humana, ‘lo mejor será lo que sea dirigido por uno’. La misma idea enuncia Tomás cuando declara que las cosas del mundo humano deben estar ‘ordenadas unas en relación a las otras a semejanza del orden que se encuentra en el universo’. De allí entonces que todas las comunidades humanas no sean sino un reflejo, por una parte, del orden cósmico y angélico y, por otra, un fragmento complementario del conjunto constituido por la respublica generis humani, esto es, la Cristiandad dirigida por el único gobierno del Dios trino” Ludueña Romandini, F., “Poder pneumático; Reconsideración del problema teológico-político”, Revista Pléyade, núm. 8, julio-diciembre, 2011, págs. 155 y 156.

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