Читать книгу Violencia de género: retos pendientes y nuevos desafíos онлайн
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La falta de confianza en la palabra femenina se relaciona con la convicción, ampliamente manifestada en la literatura, de que la libido femenina es incontenible, más intensa y furiosa que la de los varones. La literatura es pródiga en la expresión de los muchos males que para la comunidad derivan de esa libido que solo las mujeres más evolucionadas son capaces de contenerssss1. Para Séneca, la mujer es “un animal carente de inteligencia, y si no se le añaden conocimientos y gran erudición, es feroz y desmesurada en sus pasiones”. (Sén. De const. sap. 14.1) y siempre sospechosa (Contr. 7.6) Tácito recuerda el apetito voraz de Mesalina (Tác. Ann 11.26); Juvenal recuerda (Juv. Sat. 6.306 ss.) el voraz apetito sexual de las mujeres que cometían actos obscenos ante altar de la diosa Pudicitia y menciona un episodio de lujuria femenina cuando se encontró en Pompeya el cadáver de una mujer junto a cinco gladiadores (Sat. 6.126); si bien frente a la interpretación de Juvenal parece más sensato pensar que, ante la erupción del Vesubio, la mujer buscó refugio donde pudo y este lugar pudo ser la barraca de los gladiadoresssss1.