Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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Casi como un acto mecánico, antes, durante y luego de la audiencia el espía se comunicó vía WhatsApp con distintos periodistas, como Eduardo Feinmann y Daniel Santoro, y además con miembros de su organización. Les envió las imágenes del gerente de PDVSA haciendo la denuncia, un video que mostraba la misma escena y fotos del acta labrada. Brusa Dovat se llevó una copia de su declaración y Stornelli, quien salió a despedirlo, le informó que se comunicarían con él desde la Fiscalía.

D’Alessio lo dejó en su casa, no sin antes avisarle que a las ocho de la noche harían una nueva entrevista en el noticiero de A24 con Eduardo Feinmann. Debían encontrarse en la intersección de Fitz Roy y Honduras. Brusa Dovat hizo un último intento por negarse a realizar la nota. Fue en vano, el espía le recalcó la importancia de cumplir el protocolo de la DEA.

Se encontraron a la hora pactada e ingresaron al canal. Dentro del estudio, una de las productoras del informativo preguntó cómo presentaría al arrepentido y al mismísimo D’Alessio, ya que este había decidido de manera unánime que también estaría al aire. “Soy abogado y especialista en narcotráfico y seguridad”24, explicó.

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