Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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A las 23:01 horas del 2 de febrero, la nota de Daniel Santoro salió publicada en la versión digital de Clarín. La foto era una de las que el periodista le había sacado a Brusa Dovat en el restaurante armenio. También estaba acompañada del video que había realizado el mismo día. La volanta, título y bajada fueron:

“En complicidad con funcionarios K.

Denuncian maniobras de lavado de dinero en PDVSA de Argentina.

Un exdirectivo de la empresa venezolano afirmó que varios de sus expresidentes robaban combustible para sacar plata al exterior”22.

La madrugada del primer domingo de febrero, el noctámbulo de D’Alessio les anticipó a varios contactos por WhatsApp la necesidad de leer el diario hegemónico. Uno de ellos fue Rolando Hugo Barreiro. El misterioso hombre era un espía que trabajaba codo a codo con Marcelo Sebastián en diferentes operaciones ilegales. Mantener informados a sus secuaces era un hábito de D’Alessio.

Marcelo D’Alessio (MD): Domingo va a ser ‘el Centeno’ de PDVSA. El lunes lo entrego a Stornelli. Bomba!! Leé mañana Clarín!!

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