Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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Un tuit de la entonces diputada nacional de Cambiemos Elisa María Avelina Carrió encendió las máximas alertas dentro de la política que rápidamente tomaron los medios de comunicación. Nada sería igual.

El Juez Federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien responde a La Cámpora, estaría haciendo una operación para ensuciar al Fiscal Stornelli. Vamos a poner en conocimiento mañana al Juez de la causa”, escribió Carrió el 7 de febrero en su cuenta de Twitter9 a las 21:58 horas. La legisladora nacional era una de las figuras aliadas más fuertes de Cambiemos. Tenía autonomía y vuelo propio. Cuando “Lilita” hablaba nadie sabía a ciencia cierta qué iba a decir y los posibles frentes de conflicto que podían generarse. “Ella es así, inmanejable”, sinceraron diferentes compañeros de bloque entrevistados por esta autora, quienes optaron por el anonimato. Otros reconocían que durante el gobierno macrista su comportamiento puso en peligro real la “gobernabilidad”, ya que “era muy difícil negociar con una persona que no tenía nada para perder”, o al menos eso parecía.

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