Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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El despachante de aduana y empresario Gabriel Traficante denunció haber sido extorsionado por su despreciado vecino en el periodo entre el 2 de noviembre al 9 de diciembre de 2016. D’Alessio se había acercado con el pretexto de haberse enterado de un supuesto problema que ponía en riesgo la libertad de Traficante. “Alguien” le había informado que existía una causa, que moraba en el despacho del juez Aguinsky, en la que se habrían mencionado dos sociedades, Fashion Box S.A. y Vissagismo S.R.L., firmas vinculadas al despachante de aduana.

La investigación que estaba realizando el titular del Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 6, Marcelo Aguinsky, era la conocida públicamente como “la Mafia de los Contenedores” y había comenzado en febrero de 2016 por una denuncia de la entonces ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich Luro. La funcionaria acusó a quien era director de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, de formar parte de una organización que “sacaba contenedores de manera ilegal de depósitos fiscales”. Por los hechos investigados, Aguinsky procesó a Oldemar Barreiro Laborda, exdueño de la empresa norteamericana Lo Jack en Argentina, que se especializaba en el rastreo satelital de vehículos. El diario Clarín, en el puño y letra de su entonces periodista estrella, Daniel Santoro, cubrió el caso.

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