Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн

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Hasta el jueves 7 de febrero la fundadora del partido Coalición Cívica había imaginado un difícil año electoral que tenía como máxima la reelección de Mauricio Macri. Para que ese objetivo se cumpliese, su acompañamiento era fundamental; así lo creía y así lo haría sentir semanas más tarde. Ese objetivo se vería amenazado por el allanamiento que había realizado un desconocido juez de Dolores a un hombre que ella sabía tenía información por demás importante.

Por eso, y teniendo como premisa que el que ataca primero ataca dos veces, la auténtica Lilita sin filtros disparó con dos punzantes oraciones en su red personal. Eligió las palabras que formarían su relato. Se encargó de asociar al magistrado con la agrupación kirchnerista La Campora, y posicionó en la vereda de enfrente al fiscal Stornelli, quien desconocía, según ella, lo que había sucedido, y sería entonces la autodenominada “fiscal de la República” la que lo pondría en actas al día siguiente. El mensaje tuvo miles de corazones y retuits, aunque lo comunicado se referenciaba a una situación que a esa altura solo conocían una veintena de personas.

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