Читать книгу Espiados. Un agente: Marcelo D'Alessio. Un juez: Alejo Ramos Padilla. El poder argentino, en jaque онлайн
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Para demostrar el poder de fuego que poseía Marcelo Sebastián, le hizo saber a Traficante que tenía en su poder información sobre su familia que nadie más conocía, y que ello podía llegar al diario más leído del país. Y de la misma forma que podía ser amenazante e intimidatorio, le ofrecía una puerta de salida. Traficante hizo lo mismo que Etchebest, lo grabó y denunció. En la denuncia realizada figuran los mails que el espía le mandaba. Y, como para muestras basta un botón, el recibido el 1° de diciembre de 2016 tenía escrito en el asunto: “El tiempo corre”. En noviembre de 2016, una de las conversaciones grabadas desnudaba el modus operandi del espía:
Marcelo D’Alessio (MD): Yo sé cómo lo tengo que arreglar. Es Argentina esto. Para bien y para mal. Para mal porque te pueden recontra cagar la vida cien hijos de puta. Para bien, no sé, ¡Porque se puede arreglar, boludo! Vos me preguntás, ¿Marce, lo podés arreglar en una hora? Sí.
Gabriel Traficante (GT): ¿Pero vos podés arreglar en una hora con Santoro?