Читать книгу Jesús, el Hijo de Dios. Explorando la identidad divina de Cristo онлайн

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Como el asunto de la filiación, el tema de la paternidad de Dios se basa en la narración del Antiguo Testamento y está estrechamente relacionado con el llamado de Israel como el pueblo dentro del cual el Mesías entrará en el mundo. Si queremos entender lo que el Nuevo Testamento quiere decir cuando llama a Dios “Padre”, debemos permitir que la historia misma nos explique lo que significa esa expresión. Cuando así lo hacemos –es decir, cuando nuestro pensamiento obedece a la teología de la narración de la Biblia–, se hace evidente que hay un sentido en el que Dios es nuestro Padre y el Padre de Jesús. Un sentido que la idea normal de paternidad no puede abarcar totalmente, como vamos a ver más adelante en este estudio.

Una imagen coherente se está construyendo, mientras nosotros simplemente seguimos la narración bíblica para ver dónde nos lleva. Estamos a punto de saltar de nuestros asientos en este punto, cuando las implicaciones de la filiación comienzan a vislumbrarse en nuestra mente. Al dejar que la historia nos guíe, estamos a punto de comprender la Biblia en un nivel completamente nuevo. A partir de aquí la cosa es cada vez más sorprendente, así que presta mucha atención a lo que sucede a continuación.

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