Читать книгу Incursiones ontológicas VII онлайн

142 страница из 185

Hoy nos cuenta que, en realidad, no sabía cómo hacerlo, y que ahí se sentía como un papá, se sentía responsable de cuidarnos. Creo que aquello ocurrió durante tres meses, y luego fuimos enviados al cuidado de familiares paternos en el sur, y a internados. Mi emoción al recordar estos hechos es de tristeza al sentir la desprotección, dadas las situaciones de mi madre para cuidarnos.

1.3.- El Nuevo Amor.

Durante los meses de verano, mi madre encontró el amor; se enamoró profundamente de Gustavo y su mundo cambió y el de nosotros también. Según las conversaciones con mis hermanos, la principal atención de mi madre fue hacía él, ¿quizás en respuesta a tanto desamor y abandono sufrido durante su vida? Comenzaba así una nueva vida.

Yo era muy pequeña, tal vez sentí que la atención y el poco cuidado de mi madre eran atrapados por este nuevo amor. Comenzamos a vivir con él, conformamos una nueva familia y eso colaboró con mi crianza desde muy temprana edad. En una conversación con mi hermano mayor durante este año, ya cumplido mis 49 y con el objetivo de ir reconstruyendo mi historia, él me contó que este nuevo amor extraño llegó a vivir a nuestras vidas muy luego después de la muerte de mi padre, y que él sintió que ocupaba un lugar que no le correspondía y que nos robaba la atención, cuidado y amor de nuestra madre.

Правообладателям