Читать книгу Nuestro maravilloso Dios онлайн

83 страница из 175

Ya puedes imaginar por qué esas palabras me dejaron pensando. ¿Por quiénes yo daría mi vida? En esa lista hay varios nombres, pero no muchos.

Luego pensé: ¿Por quiénes daría yo la vida de mis hijos? Esta pregunta, en comparación con la anterior, fue muy fácil de responder: ni siquiera tengo que pensarlo. ¡En esta lista no habría ningún nombre! ¿Quién en su sano juicio daría la vida de un hijo para que otra persona viva?

Y ahora la tercera pregunta: ¿Por quiénes entregó Dios la vida de su único Hijo? Esta es la tercera lista; la lista de Dios. En ella están los nombres de todos los seres que han nacido en este mundo. Están los nombres de los patriarcas, de los profetas, de los discípulos, y los nombres de los hombres y las mujeres que a lo largo de los siglos vivieron para servir a Dios y a la humanidad. También están los nombres de Judas, Caifás, Nerón, Hitler, y de todos los que hoy preferimos que nunca hubieran nacido. ¿No es esto asombroso?

todo aquel

¡Bendito sea el nombre de Dios!

Правообладателям