Читать книгу Ni una boda más онлайн
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Cuando iban en el colegio, Ford no había prestado mucha atención al alcalde Hurst y a su familia. Su naturaleza rebelde y su infame familia lo hacían desconfiar de las figuras de autoridad.
Una a una, Addie colocó tres cartas boca arriba sobre la mesa.
–Tú ganas. Pensé que Maisy Hurst solo tenía un hermano mayor. ¿Te acuerdas de Mason? Era corredor cuando estábamos en primer año y ahora es entrenador el fútbol universitario.
Eso si le sonaba familiar. Pero Violet definitivamente no.
–¿Es ella? –Easton lanzó dos fichas blancas y una azul al centro–. Por un segundo pensé que estaba viendo doble y había dos Maisys. Cuando levanté el informe, la chica se veía agotada.
Agotada. Adorable. Sintió una punzada.
–Ah, solo se sentía mal. Es que activó el modo de autolimpieza sin querer. Podría haberle pasado a cualquiera, supongo.
Shep se retiró y también Tucker.
Ford se dijo que era mejor olvidarse del asunto, pero recordó esos grandes ojos cafés y la forma en que habían despertado algo que había enterrado y dado por muerto. No pudo evitarlo. Quería saber más sobre Violet.