Читать книгу Hay quienes eligen la oscuridad (versión latinoamericana). Cinco mujeres desaparecidas y ningún culpable онлайн

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—No hay problema —dijo Celia—. Lo haré. ¿Qué me dices de estos?

Rory miró el tercer montón de documentos que había ordenado sobre el escritorio de su padre. El solo hecho de verlos la hacía hiperventilar. Sintió que las paredes de su existencia amurallada vibraban bajo la presión de invasores indeseados que acechaban del otro lado.

—Estos son todos los casos abiertos. Los separé en tres categorías. —Rory apoyó la mano sobre el primer grupo—. Peticiones que están actualmente en negociación: doce. —Comenzó a sudar al tocar la segunda pila de carpetas—. Estos son los que aguardan presentación en el tribunal: dieciséis. —Una gota le corrió por la espalda y le humedeció la cintura—. Y estos tres están en preparación para juicio —dijo, pasando la mano al último grupo. Se le cerró la garganta cuando dijo la palabra “tres” y tuvo que toser para ocultar su pavor. Esos tres casos requerirían participación inmediata.

Celia, preocupada, vio empalidecer a Rory y se preguntó si la enfermedad cardíaca que se había llevado al padre sería hereditaria y golpearía dos veces en el mismo mes.

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