Читать книгу Hay quienes eligen la oscuridad (versión latinoamericana). Cinco mujeres desaparecidas y ningún culpable онлайн

36 страница из 70

Entró en la biblioteca de la prisión y encendió las luces. Este era su hogar dentro de la penitenciaría, y lo comandaba desde hacía décadas. Nunca le había interesado levantar pesas e inflar los músculos como globos, ni tampoco juntarse con las bestias en el patio de la prisión para colonizarse en bandas y sectas. En cambio, se refugió en la biblioteca, entabló amistad con el anciano condenado a cadena perpetua que la manejaba y aguardó su momento. Durante el verano de 1989 el anciano comenzó a respirar con dificultad y no llegó a terminar la última década del siglo veinte. Un guardia golpeó en los barrotes de la celda de Dosiete a la mañana siguiente para informarle que el anciano había partido en libertad condicional hacia los cielos. La biblioteca quedaba al mando de Dosiete. No hagas cagadas. No las haría.

Hacía ya treinta años que regenteaba la biblioteca. En total, había cumplido cuatro décadas en prisión sin un solo incidente. Su trayectoria estelar lo había vuelto casi invisible, como los superhéroes de los libros de historietas que leía todos los meses. Despreciaba las historietas y las novelas gráficas, pero las leía igual. Lo hacían parecer más humano y ayudaban a disimular los deseos que lo seguían acechando.

Правообладателям