Читать книгу El Robo del Niño онлайн
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–Creemos que desde acá hubo alguna actividad relacionada con mensajes que tienen que ver con el robo.
La detective esperó una reacción de molestia pero Rodrigo se quedó pensando.
–¿Y han encontrado algo? –preguntó.
–No sé –respondió Julia–. Recién lo encendemos. Hace casi media hora. Mire.
Se dirigieron al cuarto y se encontraron a Vanessa, que seguía con el mentón apoyado en un puño. A su lado, Esteban leía una revista. 5% de avance. Padre e hijo se saludaron.
–No sé qué buscan, pero algo quieren ver acá. Les dijimos que sí –explicó el anciano.
–Está bien, papá.
El computador ya mostraba la pantalla de escritorio pero estaba descargando los íconos de los programas y cada cierto tiempo desplegaba ventanas que anunciaban que se abrían o actualizaban los programas más variados y curiosos, como emoticones animados para mensajería, creadores de álbumes de fotos, editores de tarjetas de saludo musicales, reproductores alternativos de audio y video, juegos de ingenio, juegos de azar, diversos tipos de antivirus, programas de descarga de archivos, etcétera.