Читать книгу El Pueblo del hielo 10 - Tormenta de invierno онлайн

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El resto del camino permaneció callada, llena de alegría interna, hasta llegar a la puerta de Graastensholm. Luego, sus burbujeantes ganas de vivir la obligó a extender los brazos al cielo con una sacudida violenta mientras gritaba de felicidad.

—¿No es maravilloso haber regresado a casa? —preguntó Niklas con ironía—. Aunque es cierto que esas personas son realmente horribles.

Villemo no respondió. Sentía que era invencible.

Capítulo tres

El viaje al Bosque Negro había sido el jueves. Ese sábado también fue memorable. Villemo, que estaba de camino para visitar a Irmelin en Graastensholm, vio un caballo desconocido fuera de la propiedad. Irmelin corrió a recibirla en el vestíbulo.

—¡Adivina quién está aquí, Villemo!

—No lo sé. Vi el caballo, pero...

Calló. Un hombre alto estaba de pie en la puerta de la sala de estar. Sus ojos dorados observaban a Villemo con una sonrisa amable y alegre.

—Dominic —susurró ella con debilidad—. ¡Estás aquí!

—Sí. ¿No sabías que vendría?

Ella volvió a la realidad.

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