Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

1172 страница из 1361

Príncipes; y dejando lo que apunta Tulio en el de Offici; siguiendo únicamente aquello que la razón puede ver por sí, digo que esta primera edad es puerta y camino por la cual se entra en nuestra buena vida.

Y esta entrada es menester que tenga necesariamente algunas cosas, las cuales la buena Naturaleza, que desfallece en las cosas necesarias, da; como vemos que da hojas a la vid para defensa del fruto y los vástagos con que defiende y sustenta su debilidad; y así sostiene el peso de su fruto.

Da, pues, la Naturaleza a esta vida cuatro cosas necesarias para entrar en la ciudad del buen vivir. La primera es obediencia, la segunda suavidad, la tercera vergüenza, la cuarta adorno corporal, como dice el texto en la primera partícula. Ha de saberse, pues, que del mismo mundo que quien no ha estado nunca en una ciudad no sabe seguir el camino, sin que se lo enseñe quien lo haya hecho, así el adolescente, que entra en la selva engañosa de esta vida, no sabría seguir el buen camino si sus mayores no se lo mostrasen. Y aun el enseñárselo no bastaría, si no obedeciera sus mandatos; y por eso en esta edad es necesaria la obediencia.

Правообладателям