Читать книгу El bautismo del diablo. La evolución y la seducción del cristianismo онлайн

36 страница из 95

Sin embargo, los eruditos medievales tuvieron que torcer, doblar, distorsionar y ofuscar para amalgamar la ciencia, la filosofía y la cosmología de Aristóteles con la doctrina bíblica, más o menos como lo hacen hoy algunas personas cuando tratan de armonizar a Jesús con Darwin. Nadie se dedicó a esto más “exitosamente” que el fraile y sacerdote ítalo dominicano Tomás de Aquino (1225-1274)... que casi convierte al pagano Aristóteles en un católico romano que asistía a misa, daba indulgencias y adoraba a María. Aunque en tiempos de Galileo existía algo de oposición (y en crecimiento)48 en contra de la cosmovisión aristotélica, los escritos de Aristóteles todavía eran el filtro a través del cual se veían las obras de Dios en la naturaleza. Richard Tarnas expresó: “Con la aceptación gradual de esa obra por parte de la iglesia, el corpus aristotélico fue virtualmente elevado al estatus de dogma cristiano”.49

El universo de Aristóteles

Otros elementos de las enseñanzas de Aristóteles resonaron durante la saga de Galileo, pero su cosmología, su comprensión del universo, se convirtió en el punto de partida. Algunas de esas enseñanzas fueron anteriores a Aristóteles y se podían encontrar entre los babilonios, los egipcios y los pitagóricos, quienes sin duda influenciaron el pensamiento de Galileo, pero Aristóteles había desarrollado su propia comprensión sistemática de la estructura del universo, que la iglesia había adaptado y luego adoptado (al menos en parte) durante siglos.

Правообладателям