Читать книгу Un despropósito ecuatorial. Volumen I онлайн

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En la mayoría de los casos se trata además de hechos muy difíciles de verificar. Probablemente tenga razón Ballano en que para denunciar que Julián Ayala fue un auténtico hijo de puta no es necesario dar crédito a la historia de que quemó vivos a seis bebés de una aldea fang porque sus llantos no le dejaban dormir por la noche …o que en otra ocasión ordenara a sus hombres matar a unos negros a golpes para ahorrarse la munición. A saber.

Habrá sido en cualquier caso un abé (´hombre malvado´ en fang, según informa el propio Nerín).

Ayala había llegado a Fernando Poo como militar del ejército de tierra el 29 de agosto de 1917 y a lo largo de los meses siguientes consiguió ganarse la confianza de Barrera.

La influencia del gobernador hizo posible que una vez finalizada la internación pudiera regresar de nuevo a la colonia, esta vez como guardia civil. Aquel viaje en 1920 coincidió en el tiempo con la llegada a Santa Isabel de León Felipe. Tal vez ambos se hayan conocido en la incómoda cubierta del Ciudad de Cádiz.

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