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Desde luego a los annoboneses les hubiese ido mejor.

Aunque eso de descubrir y ´tomar posesión´ de islas pueda parecer un poco extravagante, responde a una lógica. Y tiene que ver con que 15 años antes el Papa de Roma había regalado a los portugueses la bula Romanus Pontifex que les autorizaba a hacer esclavos sin ni siquiera pecar. Un chollo espiritual. Y económico.

Por ir ubicando un poco mejor cada pieza: antes de que una persona a la que los portugueses llamaban majestad y que no estuvo nunca en Guinea le dijera a un comerciante que tampoco pisó jamás esta tierra que a cambio de otros favores le regalaba una cosa tan abstracta como es un monopolio, Bioko -por llamarlo de algún modo- estaba ya poblado por los bubis.14 Annobón también tenía su propia población. En cuanto a los fang (o pamues) -que a veces tendrán un protagonismo un tanto antipático en esta historia- habitaban los bosques de un territorio muy amplio que hoy está repartido entre Camerún, Guinea Ecuatorial y Gabón. Comenzaban entonces su particular conquista del oeste -como los vaqueros de las películas- desplazándose hacia las tierras bajas, en cuya costa vivían otros pueblos como combes, balengues, bengas o ndowés. Los playeros.

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